Hoy nos toca hablar de lo que conocemos como el ciclo de vida del producto.
Es curioso cómo se mueve el mercado, cómo cambian la oferta y la demanda y cómo evoluciona cada producto para adaptarse a todo lo anterior. Y es que todos los productos, sea cual sea, están atados a un ciclo de vida limitado que no debemos pasar por alto.
Y es que, muchas veces, pensamos que nuestro producto estrella, o ese que tanto nos gusta de otra marca, durará para siempre y estará en la cresta de la ola en todo momento. Pero no es así. De hecho, para estar ahí arriba ya habrá pasado por otras etapas, e irremediablemente acabará por entrar en declive. Antes o después, pero llegará.
Quiero hablarte en este artículo de estas etapas, de qué podemos hacer cuando un producto llega a su fase final y qué conclusión podemos extraer de todo esto. Pero antes, vamos a empezar por definir el ciclo de vida del producto.
Índice del artículo
¿Qué es el ciclo de vida de un producto?
Dentro del marketing, este concepto hace referencia a las fases y etapas por las que un producto debe avanzar de manera natural. Empezaríamos por el desarrollo (aunque algunos autores lo consideran fuera de este ciclo de vida) para terminar en el declive y con la retirada del mercado.
El término toma como referencia el propio estado de los seres vivos, y plantea el ciclo de vida de un producto de la misma forma. Desde el nacimiento hasta la muerte, un ser vivo cumple con diferentes funciones y tiene necesidades distintas según el momento.
De la misma manera, un producto y su ciclo se verán afectados por múltiples factores, tanto internos como externos, que marcarán su camino. Tanto el mercado y las peculiaridades de cada época, como las características del propio producto, serán relevantes para definir su ciclo.
Y, para ti, es importante también conocer el ciclo de vida de tus productos y en qué momento se encuentra cada uno. Esto te servirá para poner en marcha estrategias y acciones concretas, sacando el máximo partido a cada una de estas etapas.
Realizar un correcto análisis del ciclo de vida de un producto será fundamental en tu plan de marketing, así que vamos a conocer a fondo cada una de las fases.
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Desarrollo
Ya te comentaba que, según la fuente, pueden variar las fases del ciclo de vida de un producto. Yo voy a incluir el desarrollo y así tienes algo más de información, que siempre se agradece. En este paso, lo que se hace es coger la idea del producto y buscar todo el potencial que tiene.
No quiere decir que tengas que pensar en un superproducto, sino en las características esenciales que resolverán las necesidades del target. Tanto el diseño como los ajustes técnicos deben pulirse para mejorar su atractivo y la facilidad de uso, dos aspectos claves.
Introducción
Ya está listo el producto y quieres lanzarlo a la venta. Primero debes crear un MVP, o Producto Viable Mínimo en castellano, que es la versión más básica que quieras llevar al mercado y que cumple con su función. Normalmente se hacen estudios con pequeños grupos para recibir su feedback.
Cuando el producto esté a la venta, te apoyarás en la comunicación para hacer llegar tu mensaje al mayor número de personas posibles. Es el momento de que la gente conozca tu producto, sus virtudes y cómo puede ayudarles. Establece en este momento diferentes KPIs para su ciclo de vida completo, y espera a ver cómo se comporta el mercado tras tu aterrizaje.
Crecimiento
Si observas un aumento importante en las ventas y diferentes canales de obtención de clientes, has alcanzado esta etapa. Significa que tu producto tiene potencial, pero también se ha vuelto más popular, por lo que no tardarán en aparecer competidores.
Esta competencia, viendo tu recorrido, podrá surgir a un precio más bajo o con nuevos atributos, por lo que debes enfocarte en retener a tu público y crear una imagen de marca sólida. Diferénciate de los demás e invierte en mejorar la calidad de tu producto o en añadirle algún elemento innovador. Utiliza análisis predictivos para contemplar la posibilidad de expandirte.
Madurez
Llegar a este punto es sinónimo de haber acumulado experiencia y haber solventado diversas crisis. Pero también supone un estancamiento en el número de clientes nuevos y en las cifras de ventas, ya que es muy difícil mantenerse siempre como opción principal para todos los consumidores.
Lo más importante en este momento es escuchar a clientes actuales y potenciales, ya que descubriremos formas de mejorar el producto y satisfacer sus demandas. La fidelización de estos clientes debe ser la estrategia a seguir, más que la adquisición de nuevos mercados.
Declive
Todos tememos que le llegue esta etapa a nuestro producto, pero lo hará en algún momento. Las ventas cada vez serán más bajas, y los clientes irán encontrando otras soluciones que se adapten mejor a sus necesidades actuales. Pero no debes tomar esto como una derrota, sino como parte del ciclo de vida natural de un producto.
Ahora veremos qué puedes hacer para mantenerlo vivo el máximo tiempo posible, sin entrar en pérdidas, pero hay una cosa que debes tener clara. Si no has empezado ya, comienza a desarrollar un nuevo producto y, sobre todo, aplica tus nuevos conocimientos con este para ser todavía mejor.
¿Cómo se puede alargar el ciclo de vida de un producto?
Ya sea unos pocos meses o muchas décadas, el ciclo de vida de un producto tiene un tiempo limitado. Puede ser por un desfase de su tecnología, por una saturación del mercado o por la desaparición de las necesidades que cubría, entre muchas opciones. Pero siempre se puede dar un poco más para mantenerlo en el mercado.
Cuando nos encontramos con productos en declive, las posibles estrategias son:
- Renovación: Trata de mejorar el producto, añadirle funcionalidades o cambiar su diseño. Algunas de estas modificaciones pueden mantener el interés del público durante un tiempo.
- Sustitución: Si ya estás desarrollando uno nuevo, puede ser más barato presentarlo como la mejora del anterior que tratar de renovarlo para lanzarlo de nuevo.
- Ampliación: Puedes crear una gama de productos asociados o complementarios, que ayude a disminuir la saturación del consumidor y le ofrezca opciones similares al producto original.
Ejemplo del ciclo de vida de un producto
Para que comprendas un poco mejor todo lo que te he contado aquí, vamos a ver un ejemplo de un producto que ya ha pasado por todas las etapas de su ciclo de vida. Se trata del iPod de Apple, un dispositivo que permite, a grandes rasgos, escuchar música.
Su etapa de desarrollo, intuyo, comenzó con el lanzamiento de los primeros reproductores de MP3 a finales de los 90. El 23 de octubre de 2001, el iPod entra en la fase de introducción y se lanza al mercado, presentando un aspecto diferente a lo visto anteriormente y ofreciendo una “gran” capacidad de memoria interna (para la época, claro).
Rápidamente llegó a la etapa de crecimiento, pues en un año vendió más de 600.000 unidades. En 2003, Apple quiso impulsar la compra y descarga legal de música digital, creando la plataforma iTunes con la que funcionaban sus dispositivos. Además, en poco tiempo se lanzaron diferentes versiones del iPod, con nuevas funcionalidades, como la reproducción de vídeos. Era, por supuesto, su fase de madurez como producto.
Y el declive comenzó en 2007, precisamente por la propia compañía. Apple lanzó ese año su primer iPhone, que incluía prácticamente todas las funciones de un iPod, además de las de un teléfono. El propio Steve Jobs dijo que “el iPhone es el mejor iPod del mundo”. Con este producto en el mercado, ¿quién querría comprar un iPod?
A lo largo de los años, Apple ha ido retirando la mayoría de modelos de iPod y, a día de hoy, los únicos que se comercializan están más cerca de un smartphone que de un reproductor de música. Ya se plantea su extinción completa y, de hecho, ni siquiera aparece en las zonas visibles de la web de Apple.
Conclusión
Para terminar con el tema de los ciclos de vida, lo que quiero que te lleves de esta lectura son dos puntos importantes. Por un lado, es primordial que estudies y analices las métricas de tu producto, pues te dirán en qué etapa se encuentra y cómo debes actuar en consecuencia. Tomar las decisiones acertadas y elegir las estrategias correctas marcará la diferencia.
Por otro lado, he querido demostrarte que, como le pasó al iPod, un producto puede tener muy buena aceptación y, en apenas seis años, ser completamente innecesario. Hoy, veinte años después, casi nadie se acuerda de ellos. Y a Apple no parece haberle ido mal, ¿no?
Sé consciente del ciclo de vida del producto que estás creando, y no te sientas frustrado cuando llegue a su fin.
¿Sabes en qué etapa se encuentra tu producto? ¡Cuéntamelo y hablemos de ello!