Cuando Daniela y Rocío me dijeron de escribir un artículo que resumiera el año, les dije que sí muy alegremente. Ahora estoy pagando ese error.
No soy nada bueno para esto de los resúmenes. Confieso que siempre miro con admiración a los editores y productores que son capaces de hacer estos programas de televisión que condensan en 1 hora todo lo que sucedió en los 365 días anteriores. Pero me comprometí con ellas y ahora es mi obligación.
Antes de contarte cosas buenas que he ido descubriendo o que han llegado a mí de manera aleatoria, quiero hacerte un pequeño resumen de por qué estás leyendo esto.
Índice del artículo
Profesionalización
Empecé con esto de la consultoría de forma caprichosa y casi de casualidad.
Mira, cuando yo entro en un supermercado no comparo solamente los precios, comparo la atención, la distribución, la rotación de las ofertas o los tipos de productos. Así que sí, puedo afirmar que soy un poco friki de los modelos de negocio. Esto hizo que hace ya un tiempo algunos amigos tirasen de mí para tratar de mejorar sus negocios.
Al principio eran amigos con problemas sencillos, cómo: ser más eficientes en la gestión de pedidos en una pizzería de pueblo o mejorar la comunicación de una clínica dental.
Con el tiempo se fue complicando, amigos que me recomendaban a otros amigos y así cada vez me iba ocupando más tiempo, hasta que un día tuve que tomar una decisión: o profesionalizaba el negocio o lo dejaba.
Como probablemente te estés dando cuenta, decidí profesionalizar el negocio.
Esta decisión de profesionalizar el negocio es algo que todo el mundo debe de hacer en algún momento. Especialmente si no quieres correr el riesgo de morir de éxito.
Parte de profesionalización pasó por delegar todas las tareas que menos valor aportan a la gente que asesoro, así que en este 2021 incorporé a un grupo de gente a mi alrededor.
Daniela me ayuda con todos los temas de agenda, logísticos, administrativos y casi cualquier otra cosa, Rocío e Irene me ayudan con el señor Google y Victoria con la captación y filtrado de clientes.
Que sean cosas que el cliente no valora no significa que no sean importantes para nosotros como negocio. Todo lo contrario, hacen una tarea brutal para que yo pueda centrarme en lo que realmente es importante para quien paga nuestras facturas, que no es otra cosa que hacer que tengan negocios más competitivos, rentables y sostenibles en el tiempo.
Así que sí, la primera cosa que me he encontrado en el camino de este año 2021 es un grandísimo equipo que está ayudando un montón a crecer y ser mejor negocio.
Gracias a tener este equipo también he podido centrarme en otros proyectos y cosas que se han podido desarrollar a lo largo de este 2021.
Desarrollar una formación sobre fijación de precios
A lo largo de todo este tiempo asesorando y acompañando negocios he visto un denominador común en casi todos: el miedo al precio.
Solemos atribuirle un peso demasiado grande al precio a la hora de vender. Pensamos que el precio cuanto más bajo mejor y no siempre es así. Bueno, casi nunca es así…
En el precio hay dos aspectos a tener en cuenta:
El numérico que es en el que se centran la mayor parte de los negocios, y luego también están los aspectos psicológicos y que son la clave para que un cliente vea un precio como adecuado.
Esto me llevó a escribir una formación en la que se resumiera los principales aspectos que se deben de tener en cuenta a la hora de poner precio a los productos o servicios que venden las empresas.
La formación verá la luz a comienzos del año 2022 y estamos en la última fase de producción.
Participar como colaborador en un programa de radio
Después del verano me ofrecieron participar como colaborador del programa Empresas con Impacto en Capital Radio.
Nunca había participado como colaborador en un programa de radio, ni tampoco de televisión.
Si que tengo presencia en medios de manera habitual, bien porque me piden información o ayuda a la hora de redactar algunas noticias sobre competitividad e innovación en la empresa o bien porque me dejan que de mi opinión en ciertos temas. Pero esto de ser colaborador era otra cosa, era una responsabilidad todas las semanas. Y me gustó.
Así que he dejado la colaboración en el programa y en breve arrancaré con mi propio programa. También será en Capital Radio y se llamará: En la barra del bar. Pero de todo eso te hablaré cuando lo tenga más detallado.
Nuevos proyectos
Como te decía, una de las cosas que he conseguido con la llegada del equipo es disponer de más tiempo.
Con más tiempo he podido aterrizar ciertos proyectos que tenía en mente desde hace tiempo y que vamos a lanzar.
Por el momento no te puedo dar muchos detalles, pero sí que te puedo afirmar que vamos a poner en el mercado una compañía de telefonía e internet que tiene un componente social muy bonito.
También haremos algo en la línea comunicativa que busca que nos levantemos con un chute positivo todas las mañana.
Siento no poder darte más información, pero es todo lo que tengo concretado ahora mismo.
Otras cosas que han llegado a mi vida y he dejado pasar
Las criptomonedas
En el año 2014 ya me llegó la posibilidad de invertir en criptomonedas y no lo hice.
Mira, si algo tengo claro y más desde hace unos años en los que tuve una muy mala experiencia con una inversión potente que había hecho, es que no voy a invertir nada en algo que no entienda. Y esto me pasa con las criptomonedas.
Una de las cosas que más me llama la atención, es que se habla de que con las criptomonedas eliminas el intermediario y tampoco estás expuesto a que se genere inflación.
Sin embargo para operar en el mercado cripto tienes que confiar en la red de bloques de Bitcoin y/o cualquier otra moneda virtual, lo que en la moneda tradicional sería la Reserva Federal de los Estados Unidos o el Banco Centrar Europeo.
Pero además, en muchas ocasiones tienes que acudir a una tercero (Wallet) que es quien te facilita comprar, vender y donde almacenas tus criptomonedas. Esto supone que no entienda la diferencia entre que mi dinero esté en el Banco Santander o en una Wallet como Binance…
Pero esto lleva a otro escalón, lo que se llaman DeFi (las Finanzas descentralizadas).
Te hablan de meterte en un mercado financiero alternativo que se basa en el blockchain y el mundo cripto donde no hay intermediarios, pero luego tienes que hacer todas los operaciones a través de un “exchange” centralizado.
No sé, cuanto menos me parece extraño. A ver en qué termina todo esto…
El teletrabajo
Si has leído mi artículo de opinión en El Economista verás que soy muy escéptico con el teletrabajo.
Lo mejor es que leas directamente el artículo.
La mala comunicación en la pandemia
La pandemia ha dejado muchas secuelas psicológicas en la gente. Muchas. Y los datos así lo indican.
Cuando empezó todo esto a principios de 2020 era normal que la prioridad fuese la salud física, y en base a eso se tomaron todas las decisiones, que algunas fueron acertadas, pero la mayoría a mi parecer fueron erróneas. Pero no por la decisión en sí, sino por lo que le suponía a las personas que las tenían que cumplir.
Cuando en una empresa hay que enfrentarse a una crisis, generalmente no sirve con meter la cabeza debajo del ala e ir corriendo la arruga hacia adelante. Pues exactamente eso se hizo con la pandemia.
Las mascarillas no sirven para nada. Las mascarillas son muy recomendables. Las mascarillas son obligatorias.
No puedes ir en coche con tu familia, pero sí puedes ir en un avión con otros 300.
La vacuna erradica al virus. Tenemos que ponernos la cuarta dosis de la vacuna.
El virus no afecta a niños. Viene la 6ª ola que son solo niños.
Con el calor el virus se muere, pero tienes que ponerte la mascarilla para estar en la playa.
Y así podemos seguir. Mucho y durante mucho tiempo.
El papel de los gobiernos no ha sido nada fácil, pero encima ellos han ayudado a que sea mucho menos fácil.
Cuando en tu comunicación hablas de muchas cosas, es bastante probable que unas acaben anulando a las otras. El listado de antes son solamente algunas de las contradicciones comunicativas que se hicieron.
Pero no todas las campañas de comunicación que hacen los gobiernos son malas. Es más, hay una que a mí me gusta especialmente: las campañas de comunicación de la Dirección General de Tráfico.
En 2006 en España murieron 4106 personas, en el año 2019 fueron 1755 y en el 2020 se redujo probablemente por efecto de las restricciones a 1366.
Desde comienzo de la década del 2000 la DGT basó sus comunicaciones en hacer campañas con imágenes muy duras que eran la consecuencia de 3 factores: la velocidad, el alcohol/drogas y el cinturón de seguridad. Todo iba en esos 3 factores.
Apenas hablaban de cosas que a priori también son importantes, como podrían ser los neumáticos, las luces los frenos, dormir bien, y otro montón de cosas que pueden ayudar a aumentar el número de muertos. Las descartaron y se centraron en estos 3 aspectos. El resultado es que en apenas 15 años se redujeron las muertes a más de la mitad.
Si quieres aprender algo de todo esto para aplicar a tu negocio es que si quieres que tus clientes confíen en ti, debes de enviarles señales de confianza. Debes de hacer una comunicación que se base en unos pocos aspectos y que sean clave para ellos.
¡Espero que pases un gran día y que tengas un 2022 lo mejor posible!